Cofradía del Desenclavo del Señor y de los Mayores Dolores de María Santísima

EL SANTO SEPULCRO Y LA COFRADÍA DEL DESENCLAVO.

En 1946 ya desfilaron 36 penitentes todos ataviados de ropones y capuchones costeados por la V.O.T. Será precisamente ese año de 1946 cuando el padre franciscano Quecedo, se entreviste con el capitán del cuerpo de caballería D. Ignacio de Otto y Torra, presidente a la sazón de la hermandad desde el año anterior, quien respaldará las ideas del franciscano comenzándose acto seguido a la redacción de los primeros estatutos de la cofradía. Recordar que D. Ignacio además de militar era letrado. Quisiera hacer aquí un inciso para recordar a aquellos jóvenes de los años 40 que habían padecido el tremendo drama de la guerra civil, a muchos de ellos les había encontrado este trance histórico al final de sus carreras universitarias, y se habían tenido que incorporar al ejército en lugares lejos de sus localidades de nacimiento. Si repasamos con detenimiento las actas de fundación de las cofradías encontraremos a muchas de estas personas a las que, creo, la ciudad de Lugo debe un merecido homenaje, homenaje al que sumamos a aquellos combatientes republicanos represaliados que vinieron a Lugo a “repetir” servicio militar, muchos de los cuales engrosaron las filas de esta y otras cofradías y de la Sección de la Adoración Nocturna Española haciendo gala de auténtica hermandad.

Desenclavo. Lugo

Los años posteriores a 1946 supusieron un notable incremento en el número de cofrades. En 1947 se cambió el nombre de la cofradía, que en principio se llamó del Santo Entierro, por el del Desenclavo. También en este año se formará la primera Junta Directiva presidida por D. Ignacio de Otto, y como consiliario al Rvdo. P. Miguel Quecedo Ortega. También en este año se presentarán los estatutos al prelado lucense Dr. Balanzá y Navarro. Estos estatutos serán aprobados con fecha 7-VII-1947 y conforme a ellos, el nombre de la cofradía será “del Santo Entierro” estando agregada como filial a la VOT. (capilla en la cual se guarda su paso procesional del descendimiento). Pero será el año 1948 cuando tenga lugar la primera salida con su paso titular, en concreto con fecha 26 de marzo de 1948 saldrá por las calles de Lugo por vez primera el paso nombrado del “Desenclavo” . El grupo escultórico es de grandes dimensiones 4,6m. de alto por 2,50 de ancho. Se organiza la composición en base a la descripción que nos da el Evangelio de San Juan: dentro de una disposición piramidal conseguida con seis imágenes, donde la principal es la del Cristo muerto que ocupa la parte central; detrás están Nicodemo y José de Arimatea, subidos en sendas escaleras de mano y depositando amorosamente el cuerpo inerte a los pies de María, María Magdalena y San Juan. Es un bellísimo conjunto, copia del paso del descendimiento del maestro Álvarez que sale en procesión en la Semana Santa Salmantina. La pieza se realizó en Santiago de Compostela en los talleres de Ángel Rodríguez y está ejecutado en madera de pinotea estucada y policromada.

Tras el fallecimiento del Sr. Otto en 1955 le sucede en la presidencia D. Manuel Sández Figueiras, quien obtiene del obispo, Dr. Balanzá, que se le añada al nombre de la cofradía “Y . Con fecha 3 de diciembre de 1955, habiendo recogido la antigua tradición de la devoción de la novena de la Dolorosa juntamente con el propósito de sacar en procesión un paso con una imagen de la Virgen de los Dolores para lo cual se encargó una imagen de vestir al taller de “Carvallido” en Santiago de Compostela, que reproducía una estampa procedente de Navarra, tierra natal del entonces obispo auxiliar de Lugo Dr. D. Antonio Ona de Echave. Es esta imagen la que en la actualidad se encuentra en la iglesia de la conventual de San Francisco de Lugo.

En 1959 se nombra nuevo Hermano Mayor a D. Manuel Taboada Salgado que es unos años después sustituido por D. José López Buíde. En estos años se llevan a cabo las gestiones para la construcción de la carroza, que es la mayor de las que desfilan en la Semana Santa Lucense. Está realizada en madera de castaño con tallas del mismo material, luce al natural con partes de pan de oro, tallas de los apóstoles y los símbolos de la pasión. Para la procesión de Ntra. Sra. de los Dolores se le añadía unos aditamentos especiales para realzar la imagen.

El año 1964 se redactaron unos nuevos estatutos siendo aprobados con fecha 24 de enero de 1964 por el Dr. D. Antonio Ona de Echave a la sazón obispo de Lugo (En fechas recientes se han reformado nuevamente para adaptarse a la realidad actual de la Iglesia).

Será por estos años cuando la hermandad desfile en dos fechas importantes de la Semana Santa; la primera el Viernes de Dolores y la segunda el Viernes Santo. Añadiremos que la procesión del Viernes de Dolores dejó de celebrarse a finales de los años 60.

A lo largo de los 22 años siguientes serán asimismo presidentes D. Jesús Cora y D. Juan Manuel Vidal Pardo, pasando en la década de los 80 por tiempos muy difíciles y complicados hasta el año 1986 en que D. Ramón Basanta Piñeiro recoge el testigo y reorganiza la cofradía. Hoy esta cofradía goza de una muy buena salud y con motivo del cincuenta aniversario se planteó recuperar algunas de las antiguas tradiciones de la Semana Mayor Lucense. Entre ellas destaca la recuperación del paso del Cristo Yacente que utiliza la propia hermandad en el hermoso auto sacramental del Descendimiento en el convento de los Franciscanos la Tarde del Viernes Santo, y entronca en su estilo y diseño (es una imagen portada en andas) con las utilizadas a partir del siglo XVII. También esta cofradía, en unión con la asociación cultural “María Castaña”, trajo de nuevo a las calles de Lugo los “Calvarios” en la noche del Jueves Santo, y en el año 2007 recuperó la antigua tradición de la procesión de la Dolorosa, en la tarde del Domingo de Ramos. Éste es un hecho importantísimo en nuestra historia, pues con esta recuperación puede decirse que la ciudad de Lugo cuenta con la Semana Santa documentada más antigua de Galicia.

La sede de la cofradía está situada en el convento de los Franciscanos de Lugo. Viste cada cofrade hábito con ropón de color negro, guantes blancos y faja roja, capa de color blanco con distintivo del Santo Sepulcro, capuz de color negro con pectoral blanco cargado con el Sagrado Corazón de María y los siete dolores representados por siete dagas, tiene además un distintivo de ojal de plata con la cruz del Santo Sepulcro cargada del corazón de María con las siete dagas.

Además los hermanos mayores tienen una venera de plata con cordón negro con el distintivo del Santo Sepulcro y el corazón con las siete dagas, en orla tracería normanda. Se finaliza la descripción con los emblemas de etiqueta. Con placa de igual configuración a la venera y banda de color rojo, como imagen corporativa utiliza la hermandad un pendón y un estandarte en negro con bordados de oro y plata que representa la Cruz del Santo Sepulcro y los emblemas de la pasión.

 

Se organiza el paso procesional del modo siguiente: primero la cruz de los Dolores, que es una hermosa pieza de orfebrería de bronce, y con el ánima de ébano, después los tambores, en medio de los hermanos, que desfilan con varales de madera terminados en una Tau de hierro al más puro estilo tradicional gallego que nos hace revivir los momentos de las antiguas “Alarmas” -cuando los hermanos acudían a la voz de auxilio de un semejante-, sigue un portacruz que lleva la cruz del descendimiento, recuerdo de la antigua hermandad lucense de la Vera Cruz relacionada con la V.O.T, y de los penitentes que durante siglos desfilaron por las calles de nuestra ciudad. Siguen también los niños, futuros cofrades y continuadores de la tradición y después el paso del descendimiento con el magnífico grupo escultórico. Lo sigue a unos metros el paso del Cristo Yacente a hombros de los miembros del cuerpo de la Policía autonómica para cerrarlo el pueblo en general. La cofradía hace el mismo recorrido que el resto de las hermandades que participan en la procesión del Viernes Santo saliendo de su sede en la Plaza Mayor, de aquí baja a paso lento por la adyacente Plaza del Alférez Provisional -donde antaño se ubicaron los palacios del Deán y de las dignidades-, del Deán y de las dignidades-, hacia la Plaza de Santa María lugar donde se concentrarán todos los pasos procesionales que concurren a esta convocatoria. Allí se reúnen organizándose los pasos de la manera que recuerdan los relatos de la pasión de Ntro. Sr Jesucristo. Tras llegar al fondo de la Plaza Mayor los pasos procesionales pertenecientes a la V.O.T. (Santo Sepulcro y Virgen de la Soledad) salen los pasos procesionales recorriendo en primer lugar la Plaza Mayor para llegarse después a la Calle de la Reina, y por ésta a la Plaza de Santo Domingo, continúa después por la Calle de San Marcos, donde existía hasta mediados del siglo XIX la iglesia dedicada al Santo Evangelista, así como su cementerio contiguo -desaparecidos a raíz de la construcción del edificio que hoy es sede de la Diputación Provincial-, recorre después las calles del ensanche de los años ‘30 y ‘40 que vieron renacer a muchas de las cofradías que hoy desfilan: así por la calle Montevideo a la de Bolaño Ribadeneira, para acabar en la plaza de Santo Domingo, lugar situado entre las antiguas conventuales de Santo Domingo y San Francisco, donde se despiden de los pasos del Santo Sepulcro y de la Virgen de la Soledad en las inmediaciones de la capilla de la Tercera Orden de San Francisco. Después se encamina en silencio por la Calle de la Reina al convento de San Francisco donde se recoge tras concluirse los Actos.                   

Como ya hemos apuntado en líneas precedentes, el año 2007, la hermandad del Desenclavo ha recuperado la antigua tradición (al menos existente desde el siglo XVII) de sacar en procesión a la Virgen de los Dolores el domingo de Ramos, acompañada de las Sras. Camareras de la Virgen de los Dolores, las cuales visten la tradicional mantilla.

José Manuel Abel Expósito.

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